El acero al carbón es resistente y práctico.
Con estos cuidados simples lo mantendrás en excelente estado:
 

• Limpia la ceniza y residuos cuando el asador esté frío.

• Puedes darle una enjuagada ligera con agua y una fibra suave o lavarlo.

• Sécalo muy bien por ambos lados antes de guardarlo (es clave).

• Aplica una capa delgada de aceite común con un trapo para retrasar la oxidación.

• Guárdalo en un lugar seco para evitar humedad excesiva.

• Si aparece óxido leve, límpialo con fibra fina y vuelve a aplicar aceite.
   

El acero al carbón desarrolla una pátina natural con el tiempo.
Es normal y forma parte del carácter del material.